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La industria avanza a una velocidad de vértigo y también lo hace la automatización industrial. En esta evolución, el PLC y sus numerosas aplicaciones ha tenido mucho que ver.

¿Qué es un PLC?

Un PLC es un controlador lógico programable de alto rendimiento que permite programar una lógica para controlar procesos industriales y todo tipo de máquinas. Esto permite ahorrar tiempo durante la elaboración de proyectos así como controlar de manera precisa y funcional la maquinaria.

Un PLC puede gestionar una gran cantidad de entradas y salidas y se puede aplicar en todo tipo de procesos industriales, des de pequeños proyectos hasta sistemas de control mucho más complejos.

El PLC en la Industria 4.0

El PLC ha sido un factor clave en la modernización de las empresas ya que se trata de un dispositivo electrónico de fácil programación e implementación y de ejecución rápida, que permite automatizar los procesos con un bajo coste de mantenimiento.

 Así pues, el PLC ha ido substituyendo sistemas de control que se apoyaban en interruptores, circuitos eléctricos, relés, etc. Esto ha provocado que los procesos productivos evolucionen de manera exponencial con, además, un gran ahorro de costes y mantenimiento.

Beneficios del PLC en la industria 4.0

Un PLC se puede aplicar en casi cualquier proceso industrial consiguiendo un rendimiento productivo mucho mayor y una gran cantidad de beneficios para la empresa.

• Es un dispositivo electrónico fácil de programar y de utilizar
• Ahorro en costes de mantenimiento y energía
• Aumento de la vida útil de las máquinas y los equipos
• No demanda modificar instalaciones eléctricas ni cableados
• Mejora en la monitorización de los procesos
• Instalación sencilla y de dimensiones reducidas 

Así pues, el PLC se usa actualmente en todo tipo de aplicaciones industriales ya que resuelve requerimientos en control de procesos de una manera rápida y eficiente. Se trata de un dispositivo fácil de programar y que aporta grandes beneficios al proceso productivo ahorrando costes, tiempo y riesgos.

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Cada vez es más necesario para empresas e industrias adaptarse al mundo digital y a la automatización. La empresa 4.0 es una realidad que no debe evitarse, es imprescindible mejorar en un entorno cada día más competitivo para reinventarse y seguir creciendo en el mercado actual

¿Qué es la automatización industrial?

Realizar una automatización en la empresa o industria no es nada más que incorporar diferentes tecnologías para poder desarrollar ciertos procesos de manera automática (aunque regulados en muchas ocasiones por un operario) teniendo el control absoluto de su funcionamiento.

Para ello, se puede utilizar una gran cantidad de tecnología en función del sector de desarrollo de la empresa. Así pues, podemos implementar des de sensores de todo tipo, pantallas HMI o sistemas de PLC, hasta transmisores de campo o variadores de frecuencia.

¿Qué beneficios aporta la automatización?

Subir al carro de la industria 4.0 permite mejorar en muchos aspectos productivos y aporta gran cantidad de beneficios a la empresa:

• Los costes se reducen ya que, con la implementación de las soluciones tecnológicas, se puede controlar mejor el proceso de producción y los costes que conlleva
• Se consigue una mayor productividad gracias a la automatización de ciertos procesos. Esto permite focalizar esfuerzos en otras tareas importantes y conseguir así los objetivos establecidos
• La ventaja competitiva que aporta contar con innovación tecnológica en la empresa es de valor incalculable. En un mercado con tanta competencia es imprescindible renovarse continuamente para desarrollar la actividad de la mejor manera posible
• Contar con toda la información importante al momento es de vital importancia para la toma de decisiones. Muchas veces gestionar la información puede ser un proceso complicado, denso y lento. Por eso, con la implementación de innovaciones tecnológicas en la empresa, el esfuerzo se reduce y la información que recibimos es clara y entendible. Además, el proceso para obtenerla es rápido, en tiempo real, cosa que permite gestionarla y tomar las decisiones pertinentes al instante.

En conclusión la Industria 4.0 gira en torno a 3 grandes conceptos: optimización, calidad y eficiencia. Digitalizar procesos en la empresa no solo conlleva la implementación de una serie de innovaciones, sino que también implica alcanzar una transformación en cuanto al trabajo y a la producción.

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